¿Quién dijo que para opinar de un servicio hay que disfrutarlo antes? Pues, mira tú por dónde, un servidor va a opinar sobre dos locales, ambos del mismo grupo empresarial (LVR) y va a hacerlo con el más absoluto de los conocimientos de causa aun sin haber puesto los pies en ellos. Son los locales La vie en rose y La Perla Negra BCN.
Sí, son lo que parecen por el nombre: dos locales en donde los caballeros pueden aliviar sus más bajos instintos a cambio de una suma de dinero. El hecho de hablar sobre ellos sin haberlos visitado es porque tendría que pasarme del orden de siete horas en coche para llegar, de modo que entraría con muy pocas ganas de hacerlo.
Entonces, ¿por qué digo que hablo de ellos con conocimiento de causa? La razón es doble y se la debo a la magia de las Tecnologías de las Información y de la Comunicación. A Internet, vaya.
Calidad por encima de todo
No es que tenga por costumbre (o no confesaré tenerlo) navegar en busca de locales de alterne por el gusto de ver a las chicas que allí trabajan. Se trata más bien de que, en su momento, me llamó la atención una noticia que leía en la versión digital de un diario catalán (¿La Vanguardia?).
En el escrito, el periodista anunciaba que iba hablar sobre dos locales de alterne con los servicios de un hotel de lujo. El caso es que, ya con el titular, se me cayó la falsa creencia de que este tipo de sitios son lugares sórdidos y sucios.
Pero la sorpresa llegó cuando, en el texto, el redactor comunicaba que tanto un local como el otro habían recibido el distintivo de calidad ISO 9001. De otras lecturas sabía hasta qué punto esa divisa es garantía de los más altos estándares.
Desde Suiza con amor
El ISO se concede desde Suiza y pretende aunar internacionalmente los estándares de calidad. De este modo, a todas las empresas que audita les exige los máximos requisitos de calidad. Y los locales de LVR fueron los primeros de esta naturaleza que los helvéticos reconocieron con tal premio.
Sí: el chiste sobre la calidad en una casa de citas es fácil, sobre todo después de ver las fotos de las espectaculares chicas que trabajan allí. Pero voy a helarte un poco esa sonrisa y a desmontarte el chascarrillo:
Unas instalaciones extraordinarias
Lo de menos para los auditores es la belleza de las chicas y los servicios íntimos que prestan. Para conceder el sello, en lo que de verdad se fijan es en la calidad, limpieza e higiene de las instalaciones, en el trato al cliente por parte de todo (absolutamente todo) el personal y en la gestión interna de la empresa.
Así es, LVR ha tenido que demostrar que es rentable y que sus cuentas son transparentes. Asimismo, todo el personal que trabaja en cualquiera de los locales ha recibido cursos específicos de atención al cliente y habla con fluidez un mínimo de tres idiomas.
En cuanto a las instalaciones en sí, a poco que nos molestemos en averiguarlo, daremos con unos locales de verdadero ensueño. No sólo por la comodidad de las habitaciones o de los reservados, sino por lo discreto y confortable de la sala de espera… o de los detalles, que es donde está de verdad el lujo (incluso ofrecen cafeteras en las habitaciones).
Las chicas… ¡Guau!
Ahora sí: hablamos de las chicas. Todas ellas tienen algo en común: serían más que dignas musas de cualquier artista. Todo lo demás es diferente: rubias, morenas, de pechos generosos o más pequeños, de caderas más anchas o más estrechas… Por no hablar de sus orígenes.
Puede parecer accesorio que unas chicas vengan de unos países y otras, de otros. Pero, pensémoslo: un país distinto implica una cultura diferente; una cultura diferente habla de una forma distinta de entender el placer; y una forma distinta de entender el placer se refiere a un modo diferenciado de complacer a un hombre.
Trabajando en buenas condiciones
Ahora entenderás por qué me parece tan importante que las chicas provengan de Brasil, Sudamérica en general, España, Centroeuropa, de los países nórdicos, mediterráneos, África o incluso Asia.
Pero más que el ISO, más –mucho más- que la belleza de las chicas que aquí trabajan, lo que de verdad me parece importante es que en uno y otro local se trabaje en las mejores condiciones. En este caso, lo voy a explicar con una cita textual que puedes leer en la web de La vie en rose, que tiene su equivalente en la página de su local gemelo:
“La actividad de la empresa es la de Bar musical con reservados para servicios de naturaleza sexual, donde el local alquila los reservados y cobra por la copas consumidas, no obteniendo lucro por ninguna otra actividad y no participando económicamente de las relaciones entre las escorts y sus clientes”.
Que las chicas ejercen con total libertad y sin ningún tipo de presión. Y eso es lo verdaderamente importante, más que el escribir una crítica habiendo visitado o no los locales.